jueves, 27 de febrero de 2014

Narco-cultura

NARCOCULTURA


Hoy al parecer las redes sociales parecen asombradas con las marchas y protestas que han sucedido en Culiacán Sinaloa, de gente que exige la liberación del "Chapo" Guzmán. Se pueden ver imágenes de niños y adultos con pancartas exigiendo la liberación del capo más buscado por el gobierno mexicano, recientemente encontrado y encarcelado. 

Foto: Cuartoscuro
               Imagen de página web Animal Político.

Consignas y protestas de una parte de la sociedad al gobierno que tiene encarcelado a Joaquín Guzmán Loera frente a seis o siete órdenes de aprensión. Para entender este fenómeno, no hace falta decir que tales personas que protestaron son familiares o amigos del Chapo, como dijo el gobernador de Sinaloa. Basta decir que el Narco se ha vuelto una cultura que se ha insertado en nuestra sociedad mexicana. Desde las ropas y el vestuario, el consumo de droga, alcohol como el whisky famoso que se menciona en todas las canciones que hablan sobre los capos, el poder y dinero que emergen de esos negocios ilícitos, forman elementos que dan identidad y unidad a un grupo social que se ha familiarizado con las acciones de los sicarios, la compra-venta de drogas y el dinero y poder que surge de tpdos los negocios. 

Foto: Cuartoscuro
              Imagen de página web Animal Político

Basta solamente escuchar algunas estaciones de radio donde transmiten música de Banda y Música norteña. En una hora de programación el radio-escucha puede presenciar canciones que hablan en código de ciertos capos y de ciertos negocios que ellos mismos manejan. Son canciones que los elogian y los imponen como ejemplos a seguir en entretenimiento y modas. Algunas canciones hablan de los asesinatos que programan los sicarios, de las armas que usan, de las personas que matan, de cómo los matan; etc. Algunas otras canciones hablan de cómo se divierten, emborrachan y hacen fiestas. Se hace una apología del narco y esas canciones son las que se escuchan  muchos jóvenes, y las ponen en sus automóviles, cantan y repiten entre amigos. Se ha vuelto esa forma de vida un ejemplo a seguir: dinero fácil, poder, casas, automóviles de lujo, ropa de marca, etc. 

Sólo entendiendo estas circunstancias es que podemos comprender cómo es que parte de la sociedad sinaloense pide la liberación del gran capo. Esta asimilación cultural no es de un día a otro; se ha implementado por años y ha sido difundida por medios de comunicación tales como la Televisión, la Radio y ahora el Internet. 

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EJEMPLOS DE CANCIONES QUE SE PUEDEN ENCONTRAR EN YOUTUBE: 



miércoles, 9 de febrero de 2011

Nunca jamás ( II cuento)


Nunca Jamás

Katherine era mi compañera de salón cuando la conocí.

Habían pasado creo más de cuatro meses del primer semestre de la carrera de derecho, que ambos cursábamos en la Universidad del Oriente. La escuché por primera vez, el día que preguntó al profesor de derecho civil sobre qué libro teníamos que comprar para su clase. Hasta ese momento no la conocía, ya que esos primeros cuatro meses me había dedicado a adecuarme al bullicio y ajetreo del ambiente universitario.

Me di cuenta de su existencia porque llegó tarde a la clase ese día que preguntó al profesor sobre qué libro teníamos que comprar para su clase. El haber llegado tarde, fue motivo por el que no se diera cuenta de que el profesor había anotado el libro a llevar en la pizarra con marcador negro y en letras grandes; simplemente el profesor volteó a la pizarra y ella, entendió al acto; después de ello, ya no hubo pregunta o aclaración más.

Inteligentemente -dije yo entre mí, -ella no preguntó nada más al profesor, entendió lo que el profesor quiso decir, con sólo voltear hacia la pizarra. Eso fue el comienzo para mí de una serie de ensoñaciones con ella, un amor triste, silencioso y nunca revelado que me carcomió por el resto del semestre y el resto de lo que quedaba por terminar la carrera.

Afortunadamente Katherine encontró al novio perfecto, según lo que vi y pensé en ese momento; aparte de lo que escuché decir de los compañeros de clases: Johnatan, un joven apuesto, hijo de un próspero comerciante de productos lácteos, fuereño, lejano a las costumbres citadinas, acostumbrado a la tranquilidad, pasividad y vida del campo y de los pueblos que rodean la metrópoli.

Paralelamente, Katherine era la mujer que Johnatan necesitaba, una mujer de ciudad, que conociera cada rincón de ella, y que estuviera muy feliz y complaciente de poder llevarlo a conocer cada lugar, café, disco, antro, librería, museo, o concierto que se llevara a cabo en la ciudad. Ella, una mujer de carácter, inteligente, excelente en elocuencia, y una gran capacidad de razón y de juicio junto a un hombre de pueblo, que venía de buena familia, por no decir, de costumbres tradicionalistas, un apellido de renombre y valor sólo en el pueblo, ya que como todos sabemos, en la ciudad el apellido sólo sirve para ver qué número de lista te tocó o, si estás al principio o al final de los próximos a nombrar.

En fin, Katherine y Johnatan fueron novios después del primer semestre de la carrera; yo simplemente era testigo de una historia de amor, donde no tenía participación ni como alcahuete mucho menos de antagonista, ni tuve el típico papel de amante por un rato, ni tampoco el que acaba destrozando alguna relación sentimental, simplemente fui nadie, sólo un espectador.

Para Katherine, yo era un compañero más, una persona que llenaba una butaca más en determinadas clases, ese tipo de personas que sabes que están ahí, pero que nunca llegas a conocer, platicar o socializar con ellas, pero sabes que existen, sabes su nombre y tarde o temprano van a la ruta del olvido o, sobresalen en algo y simplemente recuerdas que fueron tus compañeros de clase.

Yo, ¿qué puedo tener de interesante?. Un hombre común, de 20 años, que gusta del rock, los cafés nocturnos, como muchos; que tiene una familia sin apellido interesante, mucho menos algo interesante a lo que se dediquen, clase media, unos con profesión, otros no, etc.. etc.. etc… .

II

Esto simplemente lo vislumbré en ese momento así:

Para una mujer que presumiblemente será exitosa, la cual, tiene una opción a elegir para toda su vida: decidirse por una persona de pueblo, puede ser una opción rara, inconsistente y hasta no viable, pero decidirse por una persona citadina, que hará lo mismo que harán todos los estudiantes de derecho: tratar de sobresalir en las aventuras laborales de la ciudad o irse a otra ciudad a tratar de hacer lo mismo. ¿qué guarda de impactante, de opción inteligente y satisfactoria el decidirse por una persona de ciudad, si puede elegir a una persona “rural” en ascenso?. Uso ascenso en cuanto a la familia, puesto que a lo que sé de a oídas, la empresa del padre creció exorbitantemente, Johnatan tuvo todo apoyo familiar, y fue por siempre el orgullo de la familia, pues era el único que estaba estudiando en la ciudad, vivía su familia en un pueblo emergente, es decir, un pueblo que pronto podría ser llamado ciudad.

Simplemente fue cuestión de terminar la carrera y optar por irse a su pueblo, poner su despacho y esperar a que se divorcien, mueran, dejen intestados bienes, peleen, asesinen, vociferen y cometan actos delictivos los “nuevos ciudadanos”.

Y aparte en la ciudad, ¿no resulta un tanto exótico una persona de pueblo, que no conozca las costumbres urbanas?, que tenga la garganta fuerte por tanto licor, que sepa cantar todas las canciones del repertorio ranchero, que pueda invitarte a su pueblo y a pasar tres o cuatro días disfrutando de tranquilidad, una casona grande, comida diferente y mucho más sabrosa, gente agradable, y como no, alcohol; además, una persona que tenga establos repletos de reces, que pueda invitarte a las fiestas, verbenas, ferias, agasajos y posadas dignas de un pueblo…

Eso es lo que Johnatan pudo ofrecer a Katherine y yo simplemente fui mudo testigo de ello.

Supe que se casaron, yo también me casé. Katherine no resistió a las tentaciones rurales y con todo y su excelente elocuencia partió al adorado pueblo de Johnatan. Yo me quedé en la ciudad, me casé con una próspera psicóloga que supo embaucarme con sus teorías rara-lógicas del amor.

El padre de Johnatan aumentó su imperio lacteofílico y compró la mejor casa y con mejor vista del pueblo a su hijo recién graduado y recién casado; además le ofreció el puesto de abogado general de su exitoso imperio, el hijo como buen hijo aceptó, no sin antes aclarar que quería poner un despacho el cual iba a ser atendido por él y su mujer… el padre aceptó lo acordado.

Yo trabajo en un buffet jurídico en el centro de la ciudad y hago lo que todos: divorciar, apelar, defender, tramitar escrituras, papeles, actas, edictos, etc… además en la escuela donde da clases mi esposa doy una clase de derecho penal. Tengo sueldo de pobre y me voy de briago con mis amigos ex-universitarios cada que puedo, claro, sin desatender mis asuntos jurídicos.

¿Cómo calificas una vida a los 45 años, cuando ya está casi vivida, cuando por lo menos tuviste un pasado en el que pudiste hacer algo y ahora tienes un presente dependiente del pasado y sobre todo con una opción entre miles que pudiste elegir?, es difícil decirlo.

Ahora sé que esa opción entre miles tomada fue acertada; mi esposa me ama y trata de aplicar todas la teorías psicológicas relacionadas al amor, la unión de dos, y lo mejor de todo sexualidad y sexo en general; lo único que no soporto es que en asuntos de amor, peleas, intrigas, desacuerdos ella quiera tener siempre la razón y me eche en cara de que yo algún dia tenga el descaro de promover mi propio divorcio.

Katherine es feliz, un antiguo compañero de clase que es excelente amigo de Johnatan, además de frecuentarlos muy a menudo, me dice que los ve muy bien y que además Johnatan está próximo a pronunciarse como candidato a la presidencia de la ahora “ciudad”; mis mejores deseos para él, le dije a mi amigo, y para ella pensé entre mí: espero que el sexo sea muy bueno.

martes, 30 de noviembre de 2010


Lippenstift
Estaba en la puerta esperando a Romina; soñaba con algún día poder tener aquel dinero que peleaba a don Segismundo y ponerle una casa alejada de la ciudad, una buena camioneta para poder llevarla y traerla a la escuela todos los días e inclusive soñaba que le enseñaba a manejar y ella era capaz de irse y venirse por ella misma. Tanto dilucidó en esos momentos que no se dio cuenta que Romina iba hacia él, a paso seguro y con aquella falda corta que días atrás lo había vuelto loco pero que por pudor no se atrevió a decirle lo hermoso que se veían sus piernas.

Romina era una mujer entrados los treinta cuando ya las mujeres no en la locura de quedarse solteronas a los veintes disfrutan las relaciones de amor y además pacientes esperan la petición de compromiso. Ella era una mujer atractiva por sí misma y no necesitaba maquillarse, peinarse, vestirse a la moda y perfumarse para acabar disfrazada, Ramón nunca imaginó como se vería con una sombra en los ojos, unos chapetes rosados, o un maquillaje color carne en la cara; lo único que cargaba Romina era toda clase de pintalabios, gloses, cremas labiales, para endulzar, dar volumen, resaltar sus redondos y acorazonados labios. Por ello, desde un principio, los labios de Romina fueron para Ramón una especie de fetiche. Aquellos labios pintados coronados por un lunar semi-redondo por debajo de la nariz fueron para Ramón una especie de objeto de culto, cuyos poderes eran atraerlo a observar, besar con los labios o sentir con los dedos.

En un principio para Romina fue fenomenal y estimulante tener a un hombre rendido a sus pies por la locura de sus labios; se los pintaba, se los volvía a pintar, les daba cuidados nocturnos: que la vaselina para que se nutrieran, que la miel para que brillaran, que la fruta molida para darles un sabor tropical; luego, el día siguiente cubrirlos con labial tono rojo fuerte, claro, medio, medio claro o toda la gama de color carne, café y tinto. Era toda una odisea pintarse sus labios ya que tardaba más que una mujer cualquiera que en menos de un minuto y viéndose al espejo pasa el labial por los dos pliegues de su boca, en un acto que, después de ver a Romina pintarse los suyos a uno le parecería ver a un Chef calentando una tortilla.

Aquella acción de pintarse los labios tardaba entre 4 a 5 minutos dependiendo del ambiente donde se encontraban según los cálculos exactos de Ramón; 5 a 7 minutos si estaban solos en intimidad, 4 a 5 minutos poco antes del inicio de la película en el cine, 3 a 4 minutos a la vista de algunos en algún parque o plaza perdida de los ajetreos de la ciudad, 2 a 3 minutos a la vista de muchos en una plaza comercial y de 1 a 2 minutos en los jaloneos y afrenones del carro. Aquella forma de pintar los labios era para contemplarse como cualquier hombre ve excitantemente el acto de quitar o ver quitarse la ropa a una mujer, el cual por lo regular dura menos de tres minutos. Para Ramón era una forma de perderse de la realidad y una forma de alejarse del mundo para entrar al acto de ver aquellos labios sin pintura, naturales y no por ello menos sensuales.

Romina tomaba con una mano el labial y casi por intuición y sin ayuda del espejo se pintaba suavemente los labios, primero el superior y luego el inferior con una parsimonia cálida, suave y exuberante, después aplicaba un poco de pomada que hacía brillar y resaltar aquellos labios exquisitos; después con un poco de polvo matizaba la parte inferior del labio inferior y la parte superior del labio superior y con ello lograba dar volumen de sobremanera a sus menudos labios y por último, aplicaba gloss o brillo, una capa mínima que realzaba todo lo anterior; para Ramón era el fin y comienzo de sus delirios, ansioso estaba por besar salvajemente y acabar con ellos, pero una fuerza interior se lo impedía, una especie de consciencia que se conformaba con verlos juntos, pintados, resaltados, moviéndose en el acto de hablar que si no es por exagerar para Ramón todo ello hacía que de los labios exhalara una especie de perfume natural no lo sabía si por la unción de todos los elementos que usó Romina para pintar sus labios o aquellos devaneos típicos de amor.

Ramón se conformaba con besarlos suavemente, estrujarlos contra su boca y morderlos quizá no fuerte pero sentirlos dulces y saborearlos bien. Si Romina tardaba casi siete minutos en pintarse, aquella acción remota y poco estimulada entre parejas que es el besar sabiamente tardaba casi media hora con todas sus circunstancias, olores, caprichos y apretones. Por ello cuando Ramón esperaba ansioso besar a Romina más que llegar al acto sexual, empezó a preocupar ansiosamente a Romina, quien esperaba sin éxito que aquellos besos de media hora llegaran a algo más, pero, si llegaban a algo más pero en un acto monótono después del maravilloso beso ininterrumpido que a Ramón y a Romina gustaba tanto. Por ello el remedio que ideó Romina fue no sólo cuidar exhaustivamente sus labios sino todo su cuerpo, así que lo aplicado a sus labios comenzó a aplicarlo a su cuello, sus brazos, pecho, caderas, piernas, etc… que no sólo aumentó el interés de Ramón sino que ayudó también a incitarlo a explorar otros rincones algo olvidados que Romina ansiosa esperaba a que fueran no idealizados ya, sino tomados en cuenta. Por ello Ramón idealizaba tanto a Romina, por ello era su diosa, mujer, amante, novia, compañera, amiga, cómplice, amor, adoración; por eso también quería llevársela lejos de la ciudad para tenerla sola para él, por eso le peleaba el dinero a Don Segismundo para comprar una casa y maravillarse con esa mujer que lo volvía extremadamente loco, y por eso y por su asiduo trabajo logró ganarle el dinero a Segismundo, compró una casa, camioneta y se la llevó a vivir con él y a disfrutar aquel paraíso secreto e íntimo que es la unión concertada y placentera entre dos personas que se aman.

sábado, 12 de junio de 2010

Malagueña Salerosa

Traumada estos dias con la música mexicana popular. He aquí una de las canciones estos dias preferida: Malagueña Salerosa. El autor se discute, unos dicen que es uno otros que otro. Así que el autor no importa sino el puro deleite de la canción que está rechula.
Esta es la letra:
Que bonitos ojos tienes
Debajo de esas dos cejas
Debajo de esas dos cejas
Que bonitos ojos tienes

Ellos me quieren mirar
Pero si tú no los dejas
Pero si tú no los dejas
Ni siquiera parpadear

Música:
Malagueña salerosa
Besar tus labios quisiera
Besar tus
Labios quisiera
Y decirte niña hermosa
Que eres linda y hechicera

Si por pobre me desprecias
Yo te concedo razón
Yo te concedo razón
Si por pobre me desprecias
Yo no te ofrezco riquezas
Te ofrezco mi corazón
Te ofrezco mi corazón
A cambio de mi pobreza

Música:
Malagueña salerosa
Besar tus labios quisiera
Besar tus
Labios quisiera
Y decirte niña hermosa

Que eres linda y hechicera
Que eres linda y hechicera
Que eres linda y hechicera
Como el candor de una rosa
Y decirte niña hermosa
.

Espero y disfruten la canción y la letra.
Esa si es para llevar serenata...

Una interpretación media rockera

Una interpretación en una película que hicieron Pedro Armendariz y Maria Felix, la película se llama "Enamorada".